sábado, 2 de agosto de 2008

¿Qué hacen los bebés en el Jardín Maternal? ¿No te gustaría ser mosquito para ver...?












Por las docentes: Natalia Garcia Laborde y Rosana Ferrelli.




Al hablar del Jardín Maternal los papás y la sociedad en general, se refieren al lugar en el que dejan a sus hijos durante el período que dura su jornada laboral; al acercarse a la institución tienen en cuenta las características seguras del edificio, la calidez humana en él, y ese conjunto de situaciones hace que los padres lo sientan como un lugar seguro y confiable para sus hijos.
Para quienes estamos dentro de la institución, cada niño que llega es un desafío, ya que el Jardín Maternal no cumple solamente con una función social, sino con una función pedagógica importante, principalmente en sala de bebés: por un lado están las funciones de crianza o asistenciales (higiene, sueño y alimentación)ocupando un lugar muy importante debido a la etapa evolutiva de los niños y a los tiempos de permanencia en las instituciones, ya que en muchos casos pasan varias horas.
Por otra parte, la función pedagógica hace referencia a que el maternal como institución educativa, se ocupa de la enseñanza de los niños, imprimiéndole intencionalidad pedagógica a todas sus propuestas, inclusive a las de crianza: se enseña también cuando se da de comer o cuando se cambia un pañal.
La propuesta es enriquecer los momentos destinados a la crianza, transformándolos de rutinas en espacios de comunicación, juegos y aprendizajes.
Esto significa trabajar, con los bebés, desde la contención afectiva, el amor y el sumo cuidado, esenciales en toda tarea educativa; ningún ser mas indefenso y dependiente del adulto que ellos; no pueden decirnos lo que les pasa o duele, dependen de nosotros y del conocimiento minucioso y personalizado, para decodificar cada gesto o llanto y así responder positivamente a su pedido.
Cuando un día cualquiera se sienta solo sin apoyar su espalda contra alguna superficie blanda, llegó la hora de comenzar a despedirnos; pero para llegar a este momento ¡¡Cuánto camino recorrimos!!.
En la sala de lactantes, además de todo lo que trae consigo el trabajo corporal, también desarrollamos otras tareas que hacen a su crecimiento integral:
El lenguaje está presente en todo momento y en cada acto, aprovechando toda situación cotidiana para que nos escuchen hablar y vayan incorporando lenguaje; si bien ellos no entienden el valor semántico de las palabras, conocen la intención del habla; los tonos que utilizamos al hablarles hacen que conozcan nuestra intención comunicativa. A través de las nanas, poesías, canciones de cuna o simplemente un diálogo entablado con el bebé, en el que él participa al comienzo, con la mirada, es que estimulamos, reforzamos e incorporamos lenguaje.
Con la música nos sucede algo similar; los bebés ya escuchan mientras están en el vientre materno, ruidos, voces, y también música. La primera melodía son los latidos del corazón de su mamá, que lo calman y aquietan, así que ellos ya nacen con cierto repertorio musical, que coincide con aquel escuchado o preferido en su hogar, por su mamá.
Aprovechando esta situación y sabiendo que en todos los hogares no se escucha la misma música, por ser la elección muy personal, es que surge el proyecto “Música desde la cuna”, con la sola intención de ofrecerles estilos y ritmos musicales variados, para que los conozcan y puedan incorporarlos naturalmente.
Trabajar con bebés es una tarea que nos llena de satisfacción, irradian amor y ternura por donde los mires, y cada vez que nos sonríen, nos llenan el corazón de felicidad.

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